Es legítimo que cuando alguien se sienta en el banquillo de los acusados trate de defenderse, que describa las situaciones en su propio beneficio, o incluso que omita pasajes con tal de rebajar la pena. Lo que no es de recibo es que unos acusados traten de tomar por imbéciles a los jueces de todo un Tribunal Constitucional (y de paso a la ciudadanía en general).

En el juicio del procés los acusados niegan una y otra vez hechos que han sido perfectamente grabados, documentados e incluso emitidos en prime time en televisión. Vamos a poner un ejemplo verdaderamente escandaloso en el siguiente vídeo:

En él se puede ver como Carmen Forcadell miente de forma consciente antes y después del juicio.

Parlamento de Cataluña 27 de octubre de 2017: “En virtud de todo lo que se acaba de exponer, nosotros, representantes democráticos del pueblo de Cataluña, en el libre ejercicio del derecho de autodeterminación y de acuerdo con el mandato recibido de la ciudadanía de Cataluña, constituimos la República Catalana como estado independiente y soberano de derecho democrático y social.”

Año y medio después, en su declaración ante el Tribunal Constitucional el 26 de febrero de 2019, a Carmen Forcadell le han preguntado: “¿Declaró la independencia de Cataluña el 27 de octubre de 2017?”. Y su respuesta ha sido: “Yo creo que el 27 de octubre se aprobaron dos propuestas de resolución, y se votaron y se leyó un preámbulo que era una declaración política sin consecuencias jurídicas.”

Pero cuando el Constitucional le advirtió que cometería un delito si desobedecía (en 2016) dijo en una declaración institucional: “Y reitero como he dicho muchas, muchísimas veces: el futuro de los ciudadanos y ciudadanas de Cataluña lo decidirán los ciudadanos y ciudadanas de Cataluña, no un Tribunal Constitucional.”

Ante el Tribunal Constitucional ha mentido de forma consciente, y olvidando que las declaraciones a las que acabamos de hacer alusión estaban grabadas, ha declarado el 26/02/2019: “En ningún momento, en ningún momento [repite haciendo gestos de contundencia] ningún miembro de la mesa tenía en su voluntad desoír los mandatos del Tribunal Constitucional”

Lo curioso es que en 2015, tal y como aparece en el vídeo adjunto al inicio de este artículo, declaraba: “Y después se tiene que abrir este proceso constituyente donde se tiene que hacer y redactar en el Parlament de Cataluña con gran apoyo ciudadano tiene que abrir este proceso constituyente, se tiene que hacer esta constitución y esta constitución al final se ha de votar.”

En la sesión del 26/02/2019 Carmen Forcadell declaró también que: “Yo no participé, ni dirigí, ninguna estrategia, me limité a cumplir mi cargo como presidenta del Parlament”, pero al día siguiente el expresidente Artur Mas le contradecía: “Se quiso que fuera vinculante desde el punto de vista jurídico, pero usted sabe perfectamente que no se consiguió.” 

Oriol Junqueras llegó a decir (y TV3 a emitir): “Ahora hemos estado media hora discutiendo el tema de si constituimos un estado independiente, de si nos declaramos estado independiente, de si constituimos una república independiente”. Parece que todo el circo del procés no ha servido para absolutamente nada bueno. Miles de empresas se han marchado, muchos ciudadanos han emigrado y la imagen de Cataluña tardará décadas en recuperarse, pero por lo menos esperamos que se haya aprendido la lección.

Todos los acusados sabían perfectamente que lo que estaban haciendo era delito, y ninguno reconocía como autoridad al Tribunal Constitucional.

Roger Torrent golpista